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Conviértase en un Administrador de Voluntades o consígase uno ¿Cómo debe actuar un Administrador de


El Administrador de Voluntades, previo a desenvolverse en la comunidad, debe examinar su conciencia y conocimientos para poder establecer lo que lo hace un “Individuo sano”, y por lo tanto incompleto, con sus alcances y limitaciones. Considerado esto, y una vez que se sienta lo suficientemente soberano de los atributos humanos que lo hacen tal cual es, se encontrará en condiciones de poder transmitir con humildad, lo que sabe, y reconocer con sabiduría, lo que desconoce. Es necesario que diagnostique que sus años de vida, le sirvieron para generar algo en el ambiente en el que se desenvuelve, que ese movimiento pueda reconocerlo como trayectoria y no como simple permanencia.

Dicho ésto, el andarivel por el que debería circular su relación con los semejantes quedaría definido como uno entre maestro y discípulo (formar la voluntad para ampliar la libertad de acción) y nunca del de padre e hijo (educación de la voluntad para conformar los principios y valores del educando).

Considerando todo lo expuesto sobre este personaje, el Administrador de Voluntades no debe asumir liderazgo alguno, sino un rol particularmente activo, que sirva para posicionarlo como marco de referencia desde donde forme a sus discípulos para que no solo puedan cumplimentar sus tareas adecuadamente, sino también que adquieran nuevas habilidades y comportamientos que lo lleven a desafiar sus status quo.

Al igual que el tutor lo hace con la planta que necesita mantenerse erguida, debe actuar como una guía en la formulación del futuro deseado de sus discípulos y analizar que ese plan esté acompañado de objetivos claros, de corto, de mediano y de largo alcance. En el caso que estos objetivos no se encuentren en un todo alineado con los del Administrador de Voluntades, no hay problema alguno, lo único que debe hacerse es considerarlos todos, estableciéndose una prioridad para llevarlos a cabo.

Para ello, siga la siguiente receta:

Defina claramente los temas a someter a consideración (objetivo, estrategias, diferencias, etc.).

Determine los factores críticos de éxito que quiere poner a consideración de la comunidad, por ejemplo: efectividad, costo, bienestar, felicidad, rentabilidad (los aspectos a considerar, como podremos apreciar, pueden ser: éticos, económicos o sensitivos).

NOTA: Trate que sean entre dos y tres factores.

Asigne para los factores críticos seleccionados, un impacto (ej.: bajo, medio y alto).

Asígnele una puntuación a cada impacto (ej.: bajo=1; medio=2 y alto=3).

NOTA: considere que no todos los factores pueden ser calificados de la misma manera. Por ejemplo el impacto en costo es alto, puede entenderse que es caro y, para la felicidad, una calificación de alto=3, implica mucha felicidad.

Sométalos a votación. Cada participante, incluido el Administrador de Voluntades, debe asignar un impacto a cada uno.

NOTA: Al momento de calificar vote focalizado en el tema a puntuar y no en la persona que lo puso en la mesa. Si está pensando hacerlo de esa manera, nunca será un Administrador de Voluntades. Recuerde: sea duro con el tema a tratar y votar, y blando con sus semejantes.

Acomode los objetivos en función de la calificación total, promedio, definido.

La prioridad estará puesta en el tema que obtuvo la mejor calificación promedio.

Vayamos a un ejemplo:

Supongamos que se definieron tres estrategias para el objetivo de mejorar la calidad de vida de los empleados durante su estadía en el lugar donde prestan servicios.

Juan (J) expuso la siguiente estrategia: Comprar equipos y construir un espacio para instalar un gimnasio.

Pedro (P), por su parte, aporta lo suyo y plantea: Utilizar parte de la bodega, hoy no utilizada, para crear una ambiente en donde los empleados puedan conversar, tomar un refresco y jugar al ping pong y al metegol, ambos juegos, donados por un club.

Santiago (S) propone: Establecer, en lugar de dos lapsos de tiempo de recreo de 20 minutos, cuatro de 45.

Los factores e impactos puestos a consideración fueron:

Costo Efectividad

Bajo 3 1

Medio 2 2

Alto 1 3

Note que el criterio costo tiene en el impacto bajo, la mayor calificación y en efectividad, el bajo tiene la menor. Esto responde a que cuando se quiera analizar el resultado, el mayor número de los promedios de notas obtenido, tendrá la máxima prioridad, a la hora de su ejecución.

Evaluemos el resultado suponiendo las siguientes votaciones:

De lo expuesto se desprende que la comunidad pondrá su esfuerzo, primero, en dejar parte de la bodega en condiciones para la recreación. En segunda instancia, se analizará y pondrá a consideración de las áreas de Producción, Administración y Recursos Humanos (a mi criterio debería llamarse Factor Humano, ya que las personas son el “Factor crítico para el éxito”), el análisis de costo e impacto de ampliar la cantidad y tiempo de recreo.

Por último, se presupuestará como proyecto de capital no financiero para el año próximo, la construcción de las instalaciones para un gimnasio y la compra de los equipos correspondientes.

Volviendo a las atribuciones y forma de actuar del Administrador de Voluntades, esta nueva estrella debe dar siempre el ejemplo y ofrecer su punto de vista y asesoría a sus pares y subordinados para ampliar su libertad de acción, a la hora de tener que tomar decisiones.

Debe esforzarse por generar y/o establecer un vínculo de confianza, actuando como fuente de información de la Quimera, La Política de Calidad, los Valores, los Objetivos, las Estrategias y cómo implementarlas (ver artículo anterior).

Construir, a partir de la Quimera y de la Política de Calidad establecidas, una filosofía de desarrollo de ideas rejuvenecedoras de las instituciones.

Debe ofrecer retroalimentación permanente, tanto a sus pares, como a sus dependientes.

La relación entre el Administrador de Voluntades y sus semejantes debe ser beneficiosa para ambos porque genera un uso productivo del conocimiento y de las habilidades, mutuo. Además el Administrador de

Voluntades al desplegar su responsabilidad como formador, revisa y actualiza sus habilidades y genera un sentimiento de orgullo en sí mismo. Por el otro lado, la ampliación del conocimiento y, consecuentemente de la libertad de acción, activa y expande la de su formador, pudiendo generar, adicionalmente, una amistad basada en la confianza.

Para concluir, el Administrador de voluntades debe asumir que conducir a otros es la consecuencia del ejercicio permanente de observar y honrar los requisitos planteados. Si se subordina a ellos, aprenderá a ver la jerarquía como una verdadera responsabilidad y no como una fuente de poder.

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